Somos la morada del alma y nos desarrollamos en espacios desde donde tejemos la trama social que conforma la cultura que pueblan el pequeño hogar en el universo, destinado para nosotros.
La armonía, belleza, permanencia, permisibilidad, son cualidades resultantes de un proceso de habitar correctamente en el tiempo y en el espacio y la manera de coexistir felizmente entre los diferentes elementos que conforman la totalidad de nuestro entorno.
Somos artifices del diseño y construcción de los diferentes niveles de hogar que habitamos, y para ello requerimos de madurez y sabiduría, para legarlo a las generaciones subsecuentes de manera permanente.
Esto justifica nuestro derecho de tener por siempre, un hogar desde donde ver o partir a las estrellas.
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Tóxicos y Salud Ambiental
Plaguicidas, Tóxicos en el Hogar y RETC
En la actualidad, el cuerpo humano se ha convertido en una especie de relleno sanitario donde tóxicos de los más variados tipos circulan por la sangre y contaminan nuestro organismo. Por dar un ejemplo, la OMS (Organización Mundial de la Salud) informó recientemente que las mujeres mexicanas tienen los mayores niveles de DDT en la leche materna a nivel mundial, incluso décadas después de haber sido prohibida la producción, comercialización y uso del insecticida. Así, se han identificado hasta 167 sustancias químicas, incluidos mercurio, plomo, metabolitos de distintos plaguicidas, solventes clorados, Bifenilos Policlorados y ftalatos, entre otras sustancias, en personas no expuestas directamente a químicos en sus trabajos u hogar. Entonces ¿cómo entran todos estos tóxicos a nuestro cuerpo?
Nuestros hábitos de consumo actuales, reforzados por la publicidad, hacen que consideremos normal gastar nuestro dinero en ciertos productos químicos comerciales que nos pueden enfermar y que además contaminan nuestros ríos, mares, suelos y aire. Así, nuestra percepción de la belleza, aseo e higiene generan actitudes que nos exponen a una gran cantidad de tóxicos dentro de nuestros hogares en actos cotidianos como trapear, bañarnos o comer.
Fuera de casa, tampoco estamos inmunes a tóxicos. Al caminar por la calle, andando en bicicleta, o incluso dentro de nuestros propios vehículos, nos vemos rodeados de toda clase de contaminantes presentes en el aire, mismos que son emitidos por las fábricas y el parque vehícular.

El CEJ trabaja en esta área a través de la impartición de talleres de educación enfocados a los tóxicos con el fin de informar y ofrecer alternativas a productos convencionales de consumo casero. Así mismo fomentamos de diversas maneras la lectura del etiquetado, en el que se dan a conocer las principales sustancias que ponen en riesgo nuestra salud y el medio ambiente. También tratamos temas como Niños y Tóxicos, por que los niños no son adultos pequeños y los resultados de su exposición al mismo contaminante pueden ser muy diferentes que en los adultos, dependiendo de las etapas de su desarrollo, su conducta, fisiología, metabolismo y dieta. Por último, proporcionamos información sobre Bichos y Tóxicos, para que cuestionemos por qué en la actual civilización estamos tan seguros de que matar es la respuesta adecuada contra los seres vivos que no nos agradan y utilizamos controles químicos que dañan seriamente nuestra salud y la calidad del medio ambiente.
El CEJ está también comprometido con la reducción y prevención de emisiones a la atmósfera a través de la promoción del RETC (Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes), el cual es administrado por SEMARNAT (Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales). El RETC pretende rastrear y publicar información sobre las cantidades, las fuentes y el manejo de las sustancias químicas tóxicas de las actividades industriales en América del Norte, incluyendo análisis de las tendencias en las emisiones y transferencias de contaminantes. Cada año la Comisión para la Cooperación Ambiental publica un informe que ofrece una imagen regional única de los contaminantes en América del Norte, con base en los datos disponibles en los sistemas nacionales de los RETC de Canadá, México y Estados Unidos. El proyecto también busca propiciar la colaboración entre los programas RETC nacionales para enriquecer la compatibilidad entre los tres sistemas de registro con vistas a lograr una imagen más precisa de las fuentes y las tendencias en las emisiones y transferencias de contaminantes en el subcontinente. El Registro pretende también otorgar a los ciudadanos información pública sobre los impactos a la salud y al medio ambiente de las actividades industriales. La lista de sustancias a reportar comprende cancerígenos, mutágenos y teratógenos, entre otras.
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Tomado de:http://cej.org.mx/toxicos.html
Colaboración: Colectivo Ecologiata Jalisco, A.C.